El rol del terapeuta ocupacional se centra en la prevención, promoción y rehabilitación, con un enfoque en las ocupaciones de las personas para motivarlas a ejercer su derecho a la participación, el bienestar y un estilo de vida saludable. Esto favorece la inclusión y la reinserción ocupacional a lo largo del ciclo vital.
Tras más de dos años de pandemia, la terapia ocupacional ha adquirido un protagonismo aún mayor. Si bien la profesión siempre ha estado dedicada a la salud y el bienestar integral, la crisis sanitaria ha puesto en evidencia la necesidad de atender discapacidades en distintos ámbitos: mental, cognitivo, emocional, físico y social.
Los terapeutas ocupacionales no solo han tenido que adaptarse a los desafíos de la pandemia, sino también ajustar sus intervenciones para cumplir sus objetivos, demostrando la versatilidad de la profesión y su compromiso ético con las personas, abordándolas más allá de un diagnóstico o condición médica.
El desafío actual es continuar adaptándose a esta nueva realidad, apoyando a los usuarios en la recuperación de actividades significativas y espacios sociales que contribuyan a una vida equilibrada e integral. Asimismo, es clave formar nuevos terapeutas ocupacionales con una perspectiva crítica y actualizada, preparados para enfrentar las futuras demandas del campo laboral. Fuente: Biobío Chile